Las herramientas de marketing pasan cada vez más por sorprender al público y generar una experiencia diferente capaz de convertir un evento promocional en una noticia. Eso ocurrió este lunes en plena plaza de Callao de Madrid, donde Luis Fonsi y Antonio Orozco, caracterizados para no ser reconocidos, dieron un concierto sorpresa ante la atónita mirada de los numerosos transeúntes que pasan por esta concurrida zona madrileña.

Tan solo dos micrófonos, un cajón, dos guitarras y un teclado advertían a los paseantes que allí iba a ocurrir algo inusual y, de repente, aparecieron dos hombres camuflados con abrigos, gorros y gafas de sol y se pusieron a cantar. Cuando empezaron a entonar los acordes de Qué bonito es, de Antonio Orozco, muchas de las personas que se habían parado para ver de qué iba aquello siguieron sin reconocer al cantante y a su compañero de espectáculo, Luis Fonsique era el que pasaba más desapercibido con su disfraz.

Orozco comenzó a jugar con el público y a hacer amago de quitarse la gorra y entonces los asistentes comenzaron a percatarse de quien se escondía bajo el camuflaje.

El momento álgido llegó cuando Luis Fonsi comenzó a cantar el mega éxito Despacito y el público se lanzó a bailar y corear la letra del pegadizo tema del cantante puertorriqueño, mientras el propio Orozco también bailaba sobre el escenario.

Casi una hora de expectación al lado de la Gran Vía madrileña que finalizó con la aparición en el evento misterioso de Eva González, que estaba allí para desvelar el motivo de la actuación: el próximo estreno de la nueva edición del programa La Voz que cambia de cadena –pasa de Telecinco a Antena 3–, renueva presentadora –Eva González sustituye a Jesús Vázquez– y presenta a coachesantiguos y nuevos, Antonio Orozco, Luis Fonsi, Pablo López y Paulina Rubio.