Benjamín Rausseo, comediante famoso por su personaje de humor ‘Er Conde del Guácharo’, busca ser el próximo presidente de Venezuela en los comicios del 28 de julio, en los que Nicolás Maduro buscará un tercer mandato de seis años.
“Soy una propuesta que es capaz de unir a los venezolanos”, dijo Rausseo, de 63 años, postulado por su partido Confederación Nacional Democrática, Conde, que alude a su nombre artístico.
Dos años después, en 2008, buscó la Gobernación del estado Anzoátegui con su partido Confederación Democrática (Conde), con Proyecto Venezuela y con el Movimiento al Socialismo (MAS). En esas elecciones quedó en tercer lugar.
Rausseo, monaguense nacido el 26 de enero de 1961, es licenciado en artes de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y abogado de la Universidad Santa María (USM). Inició en la comedia hace casi cuatro décadas con el personaje humorístico Er Conde, con el cual ganó gran popularidad en el territorio nacional.
Anteriormente, en entrevistas, el humorista había asegurado que aquellos aspirantes que se postularan por fuera de la unidad democrática tenían la intención de dividir a la oposición y favorecer al chavismo.
Su campaña para este 2024 inició en los barrios y las comunidades de Caracas. Sobre esto, Rausseo asegura que los grupos del oficialismo y la oposición se han desconectado de estos sectores. “El barrio puede cambiar el destino del país”, opina.
El no haber participado en la confrontación política de los últimos 25 años. “Venezuela está en un punto que necesita un hombre independiente que no tenga pactos ni sea producto de componendas, que llegue a la presidencia libre de compromiso”, aseguró en una entrevista reciente.
De resultar electo el próximo 28 de julio, este candidato ha señalado que continuaría con los programas sociales del gobierno actual. “Yo fortalecería los subsidios, la bolsa CLAP y misiones sin el elemento político”, especificó, mientras que en su plan de gobierno incluiría la flexibilización económica y educación bilingüe.
Una de las principales críticas que ha recibido es la que busca dividir el voto opositor con su candidatura. Ante estas acusaciones, el abogado se ha limitado a señalar que no recibe presiones de nadie y defiende su derecho a participar.
Además del popular comediante, también aspira a la presidencia un pastor evangélico. Ellos aspiran al cargo como candidatos opositores alejados de la alianza liderada por María Corina Machado, que los acusó de colaboracionistas del chavismo.